Al nacer, con nosotros llega al mundo Ella. Si somos afortunados, tarda muchos años en encontrarnos, pero siempre acaba encontrando el camino hasta nosotros.
Detrás del cristal no existe la muerte, el joyero de madera sólo encierra un fetiche, un fetiche que inspira una falsa presencia. La Dama Negra en realidad, se pasea por la vida. Se hace visible a través de las miradas de resignación y dolor.
domingo, 30 de mayo de 2010
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