En que coño creo?? Si racionalizo el amor no siento...pero si siento me desvío y creo hasta en los duendes. Es locura o magia? Trauma o ama? Joder!! 

Y quisiera hablarte, llamarte y comparar... Si es verdad que nuestros sueños están conectados, si es verdad que hay una energía uniendonos irremediablemente y por eso te siento...o si estoy obsesionada y todo es mentira. ¿Cómo distinguir entre realidad y ficción? Y mientras escribo esto desde la bañera clamando al cielo por una señal, aparece ella mirándome curiosa, tu favorita... ¿Es una señal o yo buscando una excusa para escribirte? Extrañarte te extraño...tanto...que duele...quiza todo esto son sólo alucinaciones de quien está enganchado a una droga...

¿Que hago? ¿Te escribo o no te escribo antes de que acaben los retrógrados?

Sueño que me hablas y publicas algo parecido el mismo día...es tan cansado este constante spin en mi cabeza entre la razón y el misticismo...y me acecha el miedo a perder la ventana de oportunidad...sobre todo porque tú si crees y yo no quiero que lo tomes como una señal de abandono...

¿ Cuanta venganza necesitas?

Los tres contricantes

Después de muchos años, he conseguido conciliar corazón y cabeza. O casi. Siguen peleándose de vez en cuando, pero después hacen las paces y se perdonan. A veces, incluso se entienden y se ponen de acuerdo. 

Y, de repente, aparece un tercer contrincante, nuevo y sin domesticar. Ese contrincante es la piel, que no sé si es nueva o siempre estuvo escondida en uno de los bandos. Viene a derruir lo construido, a poner a prueba los pactos, a cambiar las reglas. Llega gritando tanto que es imposible ignorar, silenciar o enmascarar. De esto nunca me hablaron, nunca leí y no encuentro ningún manual. Sólo se consuela un poco con el agua caliente...

Esta tercera contrincante que antes siempre me daba paz, ahora sólo siembra el caos.

Vela roja

Sigues en mi piel y nunca lo sabrás.

Cuando estoy sola, y de pasada me rozo.

Tengo una vela roja que cada día enciendo un poco. Consumiéndose como tu presencia. 

O como yo sin tu presencia.

Hoy me costó apagarla tres soplidos. No sé si se resistía a que apagara la llama, o se resistía a que no la dejará desaparecer del todo.

Espero que el humo se lleve mis preguntas sin respuestas.