martes, 18 de febrero de 2014
No es el placer, sino el calor lo que extraño.
Te extraño, te echo increíblemente de menos. Mis manos se mueren de ganas, pero más que mis manos, es mi piel la que te necesita. No es lo que esconde la ropa, es todo lo demás. Es sentirte en mi piel, un abrazo, un roce, un toque de que tonterías dices. No sabes cuanto extraño un poco de tu calor.
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