Paro a repostar de tanto suspiro ahogado. Tras un par de horas de trabajo decido hacer una pausa. Para descansar o todo lo contrario. Paro porque el ruido no me deja seguir. Es un ruido en mi cabeza que me acompaña desde la primera noche de tormenta. A veces, apenas lo escucho. Otras veces, como ahora, resulta casi ensordecedor.
Se rompió, se partió. Como madera consumida por termitas, se hizo añicos mi bandera. Millones de pedazos irreconstruibles que barreré cuando tenga fuerzas. Y el polvo que deje, se lo irá llevando el viento.
Se rompió y yo no me di cuenta. De nada sirven ya los remedios, de nada sirven ya los llantos ni los gritos.
Tengo tanto que decir, tanto que expresar, tanto sentimiento encerrado, que lo mejor será callar. Por no herir. Por no herirme.
Un barco a la deriva cochambroso, carcomido y con tripulación fantasmal. Sssshhh que no se oiga ni una mosca. Corremos el peligro de que este viejo transporte se resquebraje y el fondo del mar se vuelva un poco más polvoriento. Sssshhhh calla! No digas nada! Déjate llevar por el oleaje de este mar asesino. Adéntrate en el abismo sin más queja que un suspiro silencio. Guarda bien las lágrimas, no enfurezcas aún más a la mar. Si quieres sobrevivir, pórtate como un muerto. Los sentimientos no existen, sólo son una ilusión tuya. Quédate esa mierda. No se te ocurra expresar. No intentes remar. No intentes nada. Quédate ahí, estática, viendo como las sirenas se llevan todos tus enseres. No te atrevas siquiera a dejar de sonreír, recuerda que tu fuiste una sirena. Sirena torpe que encalló. Afronta tu puto castigo o tendré que cortarte la lengua. Que no quiero oírte. Que estamparé el barco contra la primera roca que vea. No des marcha atrás, ya es tarde. No hay forma de volver a tierra. Ssssshh que no pienses! Que no sientas! Métete tu puta sensibilidad por el culo y deja de joder. Cojones! Abre bien las orejas y escúchame. No te atrevas a ignorarme o provocaré un huracán. Te arrastraré a una isla desierta y, mientras te confías por haber pisado tierra, enviaré sátiros caníbales para que arranquen tu piel de los huesos. Pero sssshh no te atrevas a gritar. Sólo quiero silencio y que me sigas el juego. Quiero llevarme bien contigo, pero no soporto tu voz.
lunes, 25 de abril de 2016
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