Viviendo

Corro. Huyo. Me escapo. Esquivo. Te encuentro. Me atrapas. Paro. Te beso. Te toco. Me quedo. Sueltas. Corro. Huyo. Huyo. Escapo. Esquivo. Corro. Corro. Te hecho de menos. Me caigo. Corro. Te espero. Escapo. Te busco. Paro. Busco. Fallo. Caigo. Corro. Huyo. Te quiero. Corro. Huyo. Caigo. Duermo. Me despiertas. Voy contigo. Te necesito. Te odio. Me fugo. Corro. Corro. Esquivo. Huyo. Esquivo. Corro. Corro. Huyo. Esquivo. Descanso. Te cojo. Te suelto. Corro. Esquivo. Busco. Encuentro. Atrapo. Suelto. Me escabullo. Esquivo. Corro. Corro. [...] Muero.

Tú

Cuando menos me lo espero llega ella, no se queda por mucho, pero cerraría los ojos y me haría la dormida para que se quedase conmigo hasta que despierte. Ella sólo hace visitas rápidas. A ella siempre la espero y la busco en los mismos lados, sin embargo, a veces me sorprende, y se asoma donde menos me lo espero. Me saluda, desde lejos, dejando que aprecie su belleza por unos segundos. Y si cierro los ojos puedo derretirme con su olor. Ella es lo mas grande, tan grande que no me atrevo a buscarla, tan inmensa que no podría vivir sin ella, que necesito saber que existe. Es una clienta que no tengo anotada, una invitada con la que no cuento, una pariente a la que no felicito y una amiga a la que no llamo, pero sin ella no sería rentable mi negocio, ni sabría hospedar, ni tendría familia, ni nadie me tendría por amiga. Ella es, en definitiva, el elixir de la vida. Ella es "esa" felicidad que casi llega a humedecerte los ojos o que arranca de tu boca un "gracias" inmerecido. Esa, que cierras los ojos para verla mejor. Pero mi casa ha de ser de madera...