Camisetas geniales!!!

"Nos han enseñado a tener miedo a la libertad; miedo a tomar decisiones, miedo a la soledad. El miedo a la soledad es un gran impedimento en la construcción de la autonomía". (Marcela Lagarde)

lunes, 26 de septiembre de 2016

Maktub. Te abrazaría y no te soltaría nunca

Como las copas, a veces, los errores finales se convierten en penúltimos. Y, una vez más, vuelvo a romper una promesa de despedida. Esta vez la despedida fue conmigo misma y, una vez más, vuelvo a hablarme. Vuelvo a derrapar por la escurridiza superficie de este teclado plasmando sentencias finales que nunca llegan a eternas.
Supongo, que es una manera de dejar constancia de cada una de mis muertes. Un funeral silencioso que transcurre bajo la atenta mirada de unos ojos que no ven.
Una vez más, la razón se metió dónde no debía, llenando de pragmatismo un mundo alterado por la magia de los dioses ocultos bajo las sábanas. Una vez más, el miedo explotó en forma de huida. Una vez más, ese corazón valiente brilló por su ausencia.
No sé si esta cobardía mía se instaurará para siempre, si adelantó el destino o lo retrasó o, simplemente, lo arruinó. No sé si esto es un último o un penúltimo. Sé que desaparecerá aquella niña que fui. Vagabundearé como un fantasma que sólo yo recordaré. Un fantasma que algunas noches también desvelará otra cama. Un fantasma. En ti se pierde mi pasado, mis caminos, mis miedos. En ti se pierde mi humanidad imperfecta. En ti se pierde mi esencia.
Se pierde porque no puedo cargarlo más. Porque después de ti, no habrá nadie que lo cuide mejor. Se pierde porque yo abandono, no porque tu robes. Como un hada entrenada has hecho magia con mi vida. Te he dado muchísimo y, aún así, nunca me sentí vacía. Has cogido todo lo que te he dado y, en lugar de consumirlo, le has dado vida y lo has hecho crecer en mi. Estoy tan llena de ti que no entra nadie más. El único vacío será tu ausencia.
En un tono menos literario, me gustaría decirte que te quiero más de lo que me atreví a reconocerte y reconocerme. Me gustaría decirte que eres y serás imborrable. Un regalo eterno que cambió mi vida. Te abrazaría y no te soltaría nunca. Me gustaría seguir cuidándote. Me gustaría que te cuides. Que te cuides mucho y la vida te sonría. Sé que lo hará. No seas tímida pidiendo, que te mereces todo lo que la vida pueda darte. Cuídate mucho, mucho, muchísimo.
Y con esta mala letra, dejaré al destino que decidas probar suerte leyéndome. Y que sea lo que tenga que ser...

Quizá reedite o añada otra última entrada, porque tengo mucho que decir, aunque el cansancio hoy me detenga de esta manera.