Camisetas geniales!!!

"Nos han enseñado a tener miedo a la libertad; miedo a tomar decisiones, miedo a la soledad. El miedo a la soledad es un gran impedimento en la construcción de la autonomía". (Marcela Lagarde)

miércoles, 19 de noviembre de 2014

A mi ritmo

Estoy hecha de pasos cortos, de poquitos empujones que a veces me da el viento, y otras se los doy yo al viento. Voy dejando pequeñas huellas muy juntitas. Es algo propio de personas que, como yo, tienen que usar taburetes y escaleras. También mi forma de querer lleva el mismo ritmo. Quiero despacio, prefiero despacio y bien. Aunque me arriesgue a darlo todo demasiado tarde. Incluso aunque el llegar a tiempo se traduzcan en noches de insomnio. Sin embargo, esto no creo que sea a causa de un reducido corazón. Espero que no sea así.

Puede que para mí el amor sea un deporte riesgo, puede que necesite siempre dejar un pie bien asegurado. Y da igual si es un amor con sexo hablado, practicado o ignorado, que son iguales de peligrosos. La diferencia está más en la diversión que en los daños que pueden provocar.

Sin embargo, silenciosamente pido esperando que la inspiración de los demás me escuche. Es tan sólo una cosa, pero algo complicado. Voy en busca de quien se atreva a tener paciencia. A esperar por mis pasitos y que no se asuste cuando el viento me sopla en contra. Paciencia para aceptar mis incongruencias aunque no se entiendan. 

Quizá sea demasiado si pido que me dejéis querer a mi manera. A vosotros y a los demás. Voy camino de mudarme de ciudad pero déjame que me lleve una parte. Déjame que la quiera diferente a los demás y diferente a ti. Si la paciencia te llega, verás que no tienes nada que temer. Que pasos pequeños en este terreno no significa andantes pequeños. Déjame que le quiera, déjame que le dé lo que todavía no dí. Déjame que le dé lo que un día dí y me devolvieron. O me lo tomé de vuelta. Ten paciencia para demostrarte que no caerás en el olvido. Si me dejas, verás que te distingo entre un montón de gente.

Y, por supuesto, que nadie se tome en serio nada de lo que escribo.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Requiem

     Hoy la noche está lluviosa. Sin embargo, la verdadera tormenta se desata por debajo del flequillo. El agua que se escapa de las nubes tan sólo recrea el marco perfecto para lo acontecido. Los truenos noctámbulos apenas son oídos, y aún así, es difícil encontrar un día en el que los rayos hayan abatido a tantas personas.

       Esta noche no quedará reflejada en los libros, ni cambiará el mundo. Ni siquiera a la televisión le importará esta noche, pero yo sé que es imborrable. Y, por desgracia, es lo único que sé. Ignoro por completo el contenido y la forma de la obra. Mejor dicho, ignoraba completamente, y ahora sólo ignoro. Sus ojos me explicaron algún apunte de lo divertida y entrañable que era esta creación. Debía ser una buena obra, sin duda, una obra maestra.

       Aunque no hay tormenta sin una calma tras de sí, este estadio se hará largo. Hay historias que simplemente no tienen lado positivo. Te entregan una carga negativa con la que tienes que aprender a convivir para siempre. Espero que seas capaz de querer a la vida aunque te ponga a prueba, igual que él te pinchaba,y aun así le querías. Ojalá, te quede en ese polo negativo un espacio para aprender a sentirte cómo el te hacía sentir.

      Sé que mañana será un día difícil, oscuro y largo. El dolor vendrá acompañado del cansancio y el color negro estallará de rabia, porque no podrá ser elegante. Sin embargo, con el tiempo, de esta fecha imborrable, recordarás los saqueos a las cajetillas de tabaco y las peleas por el mejor sitio del salón.

      La tristeza, a veces, nos sumerge tanto en nuestros pensamientos, que acabamos dándonos cuenta de lo importante que es aprovechar la vida. Con esto no trato de que estés alegre, y tampoco creo que haya palabras de consuelo. Tan sólo es una especie de Requiem mal logrado en honor a alguien que merece ser recordado. Y, si me lo permites, aprovecho para insinuar que vivas tu vida de modo que cuando toque, te recuerden siendo feliz y haciendo feliz a los demás. Que recuerden que más que explicarlo, has demostrado cuanto les quieres. Que te recuerden mientras dejan escapar entre cortinas saladas una sonrisa que manifieste ese cariño que hoy vi en ti. Pero que pase dentro de muchos, muchos, muchísimos años. Una amiga que te quiere.

domingo, 9 de noviembre de 2014

La potencia sin control no sirve de nada

Mientras llegas a casa te escribo estas líneas. Lo hago consciente de que me miento y te miento, porque en realidad todo trata sobre mí. En este punto de mi vida, no dispongo de un "YO" que no esté moldeado por el trayecto que un día compartimos. Desde el día que te conocí, cuando hablaba de ti, tan sólo era para describir los cambios que se producían en mi. En el momento que empecé a deshacer los cambios, también eras tú a quien usaba de chivo espíatorio.

Es mi ego el que gobierna este blog que voy dando forma a golpe de desastres. También llamados segundas oportunidades. Ahora que todo acabó. Ahora que sólo tenemos que saber aprovechar nuestras segundas oportunidades. Ahora que tenemos que hacerlo por separado para después ponernos al día. Ahora me doy cuenta de que la fuerza sin control, sin duda, es una fuente inagotable e incierta de catástrofes. Sin embargo, el ser humano es un ser débil y apocado que utiliza los elementos, ¿qué fuerza puede hacer al ser humano tan potente? En este momento yo estoy convencida que es la palabra. A veces, hablamos y hablamos hasta cansarnos nosotros mismos y a los demás, y a menudo no en ese orden. Otras, nos quedamos cortos de voz y ahogamos los sonidos que nos traerían consigo la dicha. Y, en raras ocasiones, rarísimas diría yo, acertamos. Decimos las palabras justas y adecuadas. En el tono exacto para convertir el aire exhalado en buenos provechos.
En ocasiones quien primero dice "Te quiero" pierde. En otras, perdemos aquello que queremos por no decirlo suficientemente fuerte, o hacerlo demasiado tarde. En ocasiones, un buen consejo te aleja de un abismo, o incluso, te empuja hacía él.

Encontrar el término es tan difícil que podemos estar años sin conseguirlo. O creyendo acertar en realidad estamos errando. Lo peor de todo, es que nos daremos cuenta cuando nos hayamos salido en la curva. O cuando el avión que debíamos coger sobrevuele nuestras cabezas. O incluso, cuando alguien haya sido atropellado. Llevo tiempo buscando los verbos que hagan más leve el sufrimiento. Quizá mi error, fue creer que podía evitarlo. Quizá el verbo que me gustaría regalarte sería "CONTINUA" o "AVANZA" o simplemente, que conjugues bien el verbo "SER".
Mientras tanto, me gustaría repartir muchos verbos y adjetivos que tengo ganas de mandar. Sin embargo, no me gustaría convertirlos en potencia sin control, por lo que no cerré el sobre.