Camisetas geniales!!!

"Nos han enseñado a tener miedo a la libertad; miedo a tomar decisiones, miedo a la soledad. El miedo a la soledad es un gran impedimento en la construcción de la autonomía". (Marcela Lagarde)

martes, 6 de octubre de 2020

 No entendí que cuando para mí se acabó el amor, para ti empezó la reconquista. No entendiste que mi gestos luchaban por tu amistad. Un podio que siempre se me antojaba inalcanzable.

¡Que guerras tan inútiles hemos librado! Tú y yo. Yo y tú. Por no entendernos. 

Tu creando esperanzas de dónde no las había. Yo regando con paciencia un árbol inexistente.

Nuestras curvas se cruzaron dejándome a mí en números negativos. En cada batalla tu soltabas un poco. Con cada gota de romance que abandonabas, llenaba yo mi saquito de hermandad. 

Y llegó el día, llegó el día en el que tú soltaste agarrándote a otra rama. Mi mundo tembló de miedo y se olvidó de respirar. Dejando caer todo lo recolectado durante tanto tiempo. 

Cuando abrí los ojos, todo había desaparecido. Me quedé con las manos vacías de algo que nunca tuve. Ya encontraste a la novia que me sustituya. Y amigas no necesitas. 

Quien ríe el último ríe mejor. Y al final, ganas tú. Con una novia que borre mis huellas. Y sin echar de menos una amistad que nunca quisiste. Sonriéndole a tu buena estrella. 

A mi se me abre otro agujero más. Para los amigos no hay clavos que los remplacen. Y, a pesar de todo, ¿ qué voy a reclamarte? No puedo reclamarte desde esta ventana que escribo. No puedo, porque entiendo el sufrimiento y frustración de tu batalla perdida. No puedo, porque yo no te tengo cariño. Yo te quiero. Te quiero desde el alma, aunque no esté enamorada. Esta forma de querer desea que seas feliz, aunque sea apartándome. Te sea una felicidad que no sea efímera, ni circunstancial. 

No puedo reclamarte, pero ójala me hubiese dado cuenta antes. Ójala no me hubiese faltado el aire en el momento que más fuerte tuve que agarrar. Quizá unos grados menos de sinceridad y unos grados más de cordura habrían desembocado en en un final menos abrupto. Quizá solo fui una ilusa luchando por un imposible. Quizá fui una ilusa al pensar que serías tú la que sujetaría las velas esta vez. Una ingenua por esperar como amiga lo que dabas de otro modo. 

Si yo no soy tu novia, tu no quieres ser mi amiga. Si tu no eres mi amiga, yo no quiero ser tu conocida. Y así se acaba el cuento. Ni yo soy tu novia. Ni tu eres mi amiga. Para ti sólo soy tu expareja. Para mi eres un amor que evolucionó.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario